miércoles, mayo 10, 2006

Participar es decidir
El socialismo chileno ha consolidado su arraigo social. Así lo demuestra el hecho que la socialista, Michelle Bachelet J., haya sido electa presidenta de Chile posteriormente al exitoso gobierno de otro presidente socialista, Ricardo Lagos E..

Esto obliga a las y los socialistas a plantear y replantearse el camino a seguir. Tanto porque Chile vive un cambio cultural, o más bien, una revolución cultural de proporciones insospechadas así como porque ya estamos en una era social, política, económica, cultural y global que inbrica la labor socialista como un movimiento que tiene mucho por avanzar y madurar.

Hoy, estamos en los anales de un resurgimiento mundial de la idea socialista. Hay un movimiento de mujeres cada vez más fuerte en el mundo, así como las nuevas generaciones, los jóvenes, sin ninguna duda han despertado de la anestecie que el propio sistema le ha estado inyectando.

Por lo mismo, en Chile, debemos pensar y fabricar un partido socialista que trascienda sus propias limitaciones electorales. Las cuales por un lado tienen relación con su actual paradigma ideológico y estratégico, concernientes a establecer la gobernabilidad de la Concertación que conllevado a la par, condencendencia práctica de ser plataforma política para el engranaje "cómodo" del resto de las fuerzas políticas de la Concertación reducida hoy, a sólo cuatro partidos. Y por otro lado, la debilidad con la que ha actuado estos años, para remplazar el sistema binominal por uno proporcional. Lo cual a la fecha, pareciera que va a cambiar (por supuesto con vino tinto y empanadas, es decir, como la ley de divorcio y matrimonio civil, que sea lo que alcance que sea).

Sin embargo, a que para los socialistas esto sea más que un error, más que lamentable, más que un "amarillismo", las condiciones de la democracia en la que hoy Chile avanza, no son las que deseamos para el país y por lo tanto, los socialistas debemos sembrar en la ciudanía, en el pueblo, nuestro verdadero guía, el real dirigente del PS, que la democracia debe cambiar profundamente.

¿Porqué? Porque profundizar la democracia significa ampliar y hacer más eficiente la participación de las personas a la construcción de su país. Es decir, hacer eficaz la posiblidad de las personas a decidir sobre los asuntos de la nación. O sea, el derecho de las personas a incidir lo más directamente posible (en orden a mantener eficacia en la resolución de problemas, debido a que no podremos jamás tomar decisiones en un foro con más de 15 millones de chilenas y chilenos), en los problemas que conciernen sus condiciones laborales, de vida, de salud, de educación, sus derechos a esparcirse, a vivir una igualdad real que permita la convivencia armoniosa de las personas.

Así, la consigna que la Juventud Socialista de Chile debe asumir, es Participar es decidir. Porque si la JS pretende convertirse en una fuerza pujante y de transformación para Chile, debe comenzar por lo primero. Debe realizar un plan piloto primero sujeto a dos elementos sustanciales:

1. Implementar y utilizar su fuerza en un terreno que le permita sacar conclusiones y por tanto fortalezas. Un especie de servicio militar pero que principalmente no tiene por objetivo demostrar al resto su capacidad sino a ella misma, a nosotros mismo las y los jóvenes socialistas de Chile.

2. Hacerse y apropiarse de un instrumento poderoso que permita, una vez realizadas las conclusiones que madurarán nuestra fortaleza, dar un salto monumental, fuerte, sólido y masivo en las aspiraciones que la JSCH tiene como fuerza transformadora, fresca y renovadora para el futuro de Chile y su pueblo.

Para ello debe impulsar, fuera y dentro del partido, una presencia sólida y plena de las y los jóvenes a las decisiones. Debe haber un 30% de acción positiva de jóvenes en la elección de los diputados y senadores de la República, así como en el partido, el actual 15% de acción positiva de jóvenes es sólo un pequeño tapaboca, una pequeña anestecie, para que la JS no transforme el actual orden interno.
La JS debe impulsar el límite de reelección de las autoridades en todos sus niveles. Si se desea un real recambio que permita aerear permanentemente los vicios que provoca el poder continuo, sostenido e individual de las personas, se debe limitar la reelección de senadores, diputados, alcaldes, concejales y todo otra autoridad de elección popular, a sólo una vece. No podrá ser reelecta más de unavez, es decir, cada persona sólo podrá ejercer cargos de elección popular, por sólo dos períodos sí obviamente, es reelecta la persona. Esto debe ser condición para el partido socialista de Chile, quién debe prácticar la democracia que profesa.

Además será necesario, fortalecer la presencia institucional de las organizaciones juveniles del país. Las juventudes políticas deben estar contempladas en la modernización del estado y por tanto, de los partidos. La JS es el ejemplo de una juventud autóma, que hace valer su camino generacional diferente. Por lo cual, el estado en su reforma, debe contemplar estas situaciones entregando herramientas jurídicas, que pemitan el reconocmiento por parte del estado democrático, a instituciones juveniles autónomas pero vinculadas a otras organizaciones.

Es imprescindible que los jóvenes socialistas de Chile multipliquen el esfuerzo por instalar una conciencia democrática que no aleje ni margine a las nuevas generaciones, sino que las invite y las acoja a ser participes de las decisiones que se toman para todos y por tanto, para ellos mismo. Por lo mismo, es necesario defender la inscripción automática a los registros electorales así como, establecer la voluntariedad del voto acompañando esta medida de formación cívica profunda, desde la más corta edad, generar campañas anuales tendientes a fortalecer la participación democrática y la organización social chilena.

Pero, sustancialmente, hay algo que debe arraigarse en la conjunción de todas estas trascendentes medidas. La idea socialista no sólo debe propagarse con la fuerza de estas medidas tendientes a limpiar y aerear la democracia, sino además, instalar en el seno de las Repúblicas donde debe bullir, la pluralidad de sus valores y la hetereogeneidad de la sociedad democrática. Así, las y los jóvenes, debemos instalar en el corazón mismo de la democracia chilena, su constitución, el reconocimiento a un segmento social fundamental para la continuidad de la democracia y el futuro de las naciones, el estamento juvenil. Debemos ser reconocidos por nuestra estado, así como son reconocidas las etnias originarias y los derechos más fundamentales de las personas de la república.

Así, todas estas medidas, son objetivos claves que la JS debe perseguir y difuminar por el espectro social juvenil de Chile y el mundo. Porque sólo serán claves para desencadenar la gran transformación social, política, económica y cultural que el mundo espera, y que la izquierda ha postergado. El factor clave para gran transforción, se llama JUVENTUD, y esta, debe ser consiente, masiva, altamente organizada y efectiva en su accionar.

Dile a tus amigas y amigos, a tus compañeras y compañeros, trabajadoras y trabajadores, estudiantes, familiares, a las y los más jovenes que tu, a ti mismo, que: Participar es decidir. Que las y los jóvenes queremos incidir. Que hay muchas y muchos que ya estamos en eso. Y que vamos transformar y erradicar las injusticias, la desigualdad de oportunidades, las inequidades sociales y la violaciones culturales que hoy pesan a cada uno de nosotros. Vamos por una democracia profunda.